INAGURACIÒN DE LOS JUEGOS Olímpico
ESCRITO POR:
Javier E.
Ahumada Contreras 10. f
Este fue el inicio
de un emocionante espíritu olímpico, donde muchos países crearon un maravilloso
paisaje multicolor resaltando la importancia del medio ambiente a través del
reciclaje. La reina Isabel se destaco como anfitriona durante la inauguración
además estuvo a la expectativa de principio a fin del evento, al igual que el
príncipe y la duquesa fueron los encargados de sostenerla antorcha. El
Presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Roge también se
hace presente junto a SebastiánCoe,
presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El
paisaje campestre y típicamente inglés, adornados con 12 caballos, 10 gallinas
2 cabras, 3 vacas, 70 ovejas, varios perros y gansos fue el escenario de 1acto en la ceremonia Los 10.400 deportistas inundaron el estadio
con mucha alegría y fervor y emprendieron su desfile, los colombianos fueron
guiados por la hermosa mariana pajón quien fue la embanderada y además la más joven éntrelos participantes. Por
primera vez los colombianos sueñan y tienen muchas expectativas con toda su fe
y expectativas puestas en 7colombianos para conseguir medallas en los juegos
olímpicos 2012
Gran Bretaña
mostro al mundo los iconos quela identifican entre ellos una representación de
la revolución industrial dando una nueva imagen y estilo a la inauguración Paul
McCartney cerró con broche dorado la
inauguración, este fue un preámbulo de lo que se vivió en este hermoso evento
de los juegos olímpicos 2012 Londres –Inglaterra
Medallistas colombianos en los
Juegos Olímpicos de Londres 2012
Medallistas
colombianos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Los
Juegos Olímpicos de Londres 2012 quedaron en la historia como los mejores para
Colombia, consiguiendo un total de 8 medallas (1 oro, 3 plata y 4 bronce). Aquí
te presentamos a los 8 medallistas olímpicos de Colombia.
Rigoberto Urán fue el encargado de darle a los
colombianos la primera medalla de plata, conseguida en el ciclismo en ruta.
La segunda alegría vendría por parte de Óscar Figueroa en el levantamiento de pesas, donde
obtuvo medalla de plata en la categoría de 62 kg.
La judoka
Yuri Alvear le entregó a Colombia la tercera
medalla, de bronce, en la categoría de 70 kg.
La cuarta medalla, de plata, se la colgó Catherine Ibargüen, la cual llegaba como favorita en el
Salto Triple junto con la kazaja Olga Rypakova, ganadora de presea dorada.
El Taekwondo le entregó la quinta presea a Colombia con Óscar Muñoz, joven de apenas 19 años de edad que
se colgó la medalla de bronce en la categoría de los 58 kg.
Como lo hizo en Beijing 2008, la luchadora Jackeline Rentería volvió a ganar la medalla de bronce,
sexta para la delegación colombiana en Londres 2012.
Mariana Pajón, la abanderada y favorita a la
medalla de oro en el bicicross, cerró la participación de Colombia con broche
de oro, haciendo vibrar a todo un país y ganando la medalla de oro, la cual
hizo que el himno nacional de Colombia se escuchara por segunda vez en unos olímpicos,
momento muy conmovedor.
La medalla de bronce de Carlos Mario Oquendo en el bicicross masculino fue la
última y la octava en el medallero colombiano, terminando un día de oro en el
bicicross.
Colombia ocupó el puesto 38 en la tabla de medalleria, quedando por encima de países como
México y Argentina.
Los Juegos
Olímpicos a través de la historia
Las
competencias de la antigua Grecia comenzaron hace 2.800 años, en el 776 a.C.
Los
primeros Juegos eran muy distintos a los conocemos ahora, pero el espíritu
olímpico se mantiene.
Quienes
llegaban a ver los Juegos a la Antigua Olimpia debían llevar un animal, que
luego sería sacrificado para honrar al dios Zeus. Pero los tiempos cambiaron,
ahora la cita olímpica regresa a Atenas y los espectadores simplemente pueden
adquirir las entradas cómodamente por Internet.
Los
actuales aficionados al deporte difícilmente reconocerían los antiguos Juegos,
que comenzaron hace 2.800 años, en el 776 a.C.
Los
primeros juegos
En esa
época no había deportes por equipos ni premios para los segundos puestos, las
mujeres no estaban autorizadas para presenciar las competencias o para
participar de ellas, los hombres competían desnudos y las infracciones se
castigaban con azotes.
Cada
cuatro veranos y durante mil años, la gente de cada rincón de la antigua Grecia
concurría a las tierras sagradas de la Antigua Olimpia para celebrar su pasión
por las competencias deportivas.
Barcos
llegaban desde colonias griegas a un punto en el que se mezclaban filósofos,
poetas, escritores, apostadores, proxenetas, vendedores ambulantes, músicos y
bailarines, con el fin de asistir a los antiguos Juegos, que duraban cinco días
y comenzaban en agosto, como una fiesta religiosa.
A medida
que la cita se acercaba, miles de espectadores iban llegando a Olimpia,
trasformando el pequeño pueblo al Oeste de Atenas en una floreciente
metrópolis. Muchos llegaban de colonias griegas que eran en principio rivales,
pero que compartían una religión, una lengua y el entusiasmo por el deporte.
No se
vendían entradas y muchos espectadores dormían a la intemperie, a pesar de que
miembros oficiales de las delegaciones levantaban carpas y casetas.
Las
ceremonias religiosas, como los sacrificios, la música, la actuación teatral,
discursos de reconocidos filósofos, recitales poéticos, desfiles, banquetes y
celebraciones de victoria eran también cosa de todos los días en aquella época.
"Los
antiguos Juegos eran diferentes a los modernos. Había muchos menos deportes y
solamente podían competir hombres que hablaran griego, en vez de atletas de
todos los países", dijo Miltiades Hatzopoulos, director del centro
de investigación de las antigüedades griegas y romanas de la Fundación Nacional
de Investigación.
Los
primeros juegos consistían solamente en una carrera a pie de 185 ó 190 metros
(un largo de la pista de atletismo). Posteriormente, se fueron añadiendo
carreras más largas, luchas y el pentatlón, que comprendía lanzamientos de
disco y jabalina, carreras de campo traviesa, salto de longitud y lucha libre.
Después se agregaron boxeo, carreras de carros y de caballos con jinetes. Otra
de las pruebas olímpicas fueron los saltos de longitud y una carrera con
armaduras puestas
. ¿Por
qué surgieron las Olimpiadas?
Al francés Fierre
de Fredy, mejor conocido como Barón de Coubertin, se le atribuye el
haber revivido los Juegos Olímpicos modernos. De hecho, los esfuerzos por
restaurar la I Olimpiada ya existían desde hacía dos siglos.
De 1012 a
1852, con excepción de los años en que hubo guerra, los Juegos Olímpicos de
Cotswold se llevaron a cabo en Inglaterra. (Fueron reinstalados en 1963.)
En 1852 el arqueólogo alemán Ernst Curtius, que había trabajado en
algunas excavaciones en Olimpia, sugirió que se restaurara la Olimpiada. Pero
la labor del Barón de Coubertin logró hacer realidad el proyecto.
Cuando
era joven. De Coubertin visitó las escuelas de Rugby y Eton en Inglaterra, y
entonces comenzó a afirmar que los alumnos franceses aprenderían más
practicando deporte que repitiendo lecciones de latín. Como resultado, las
escuelas introdujeron juegos organizados y competencias interescolares.
Entonces, el gobierno le pidió que promoviera una conferencia internacional de
educación física. De Coubertin emprendió la tarea de revivir los Juegos
Olímpicos y dio conferencias sobre el tema en Londres y en Estados Unidos; no
tenía ninguna intención de dejar que la flama olímpica se apagara.
En aquellos
días lo apoyaba el padre Henri-Martin Di don. Un prior dominicano del
Colegio de Arceuil. De París. Él quería que sus alumnos hicieran
deporte, y les enseñó un lema: Altius, Citíns, Fortius (más alto, más
rápido, más fuerte), que se convirtió en la máxima de la Olimpiada y se usó por
primera vez en los Juegos de Amberes en 1920.
En 1908,
durante los Juegos de Londres, De Coubertin asistió a una misa en la Catedral
de San Pablo, que se efectuó para celebrar la cuarta Olimpiada. El obispo de
Pensylvania dedicó un sermón a la importancia de las competencias olímpicas. El
mensaje inspiró a De Coubertin. que más tarde escribió: "Lo importante en
los Juegos Olímpicos no es ganar, sino competir. Lo esencial en la vida no es
conquistar, sino pelear correctamente."
Desde
1932, los tableros de los Juegos muestran estas palabras en la ceremonia de
inauguración. Esa afirmación no concuerda con el espíritu de las antiguas
Olimpíadas, donde ganar era lo más importante. Hoy se hace un gran esfuerzo
para lograr revivir la tradición griega de estos juegos. De Coubertin fue la
energía que logró restaurar los juegos, acrecentando el interés popular.
EL
SÍMBOLO QUE UNE AL MUNDO
Durante los antiguos Juegos Olímpicos reinaba una tregua sagrada. Todas las
guerras en el mundo griego cesaban la pena. Muerte era suspendida y los
competidores estaban a salvo, decía que las condiciones de la tregua estaban
inscrita en cinco aros en el disco sagrado del rey Iphitus de Elida que
en 884 a.C., declaró por primera vez el armisticio por indicación del Oráculo
de Delfos. La tregua, aplicada a todos los rituales y festivales, más tarde se
impuso también en los Juegos Olímpicos.
El Barón
de Coubertin visitó en 1913 el lugar donde se habían celebrado los antiguos
Juegos Olímpicos en Grecia bien fue a Delfos, lugar que en la antigüedad era
el santuario del dios Apolo y donde se decía que en aquel tiempo
decoraban el altar cinco aros unidos. De Coubertin, deseoso de promover
internacionalmente las Olimpiadas modernas, se percató inmediatamente del valor
que el símbolo podría tener para su causa. "Estos cinco aros",
escribió, "representan a las cinco partes del mundo unidas por la
Olimpiada y listas competir noblemente entre sí."
Se diseñó
una bandera con los cinco aros, cada un diferente color: azul, amarillo, negro,
verde y rojo sobre fondo blanco. "Los seis colores dispuestos de esta
manera, dijo De Coubertin, "representan los de cada nación sin
excepción".
La
bandera ondeó por primera vez en París en junio de 1914 en un congreso,
señalando el XX aniversario del movimiento olímpico. Irónicamente, pocas
semanas después, el estallido de la Primera Guerra Mundial ocasionó la
cancelación de la Olimpiada, que se pospuso para 1916 en Berlín.
El
movimiento olímpico moderno adoptó el emblema en 1920, dado su origen y porque
los cinco aros representan los cinco continentes de la Tierra.
breve
historia de los juegos olímpicos
Por Javier Bacha
La historia de
las competencias deportivas masivas, se remonta varios siglos atrás, donde
los principales ejemplos los encontramos en la antigua Grecia.
En sus
principales ciudades, tales como Corinto, Delfos o Argólida, se organizaban
eventos atléticos en honor de los dioses, sin embargo, los más importantes
eran los que se celebraban en honor del dios Zeus en la ciudad sagrada de
Olimpia, (una pequeña población en la parte noroeste de la península del
Peloponeso, a unos 300 kilómetros de Atenas) cada cuatro años durante el
verano.
Así,
los Juegos Olímpicos nacieron en el 776 a.C., y durante cerca de tres mil
años fueron el marco de competencias en las que participaban atletas de todas
partes de Grecia y en las cuales siempre reinaba la paz, pues aunque
existiera guerra en el momento que se efectuaban los juegos, se imponía una
tregua entre los contendientes para no interferir en la realización de la
olimpiada.
En sus
primeros años, esta justa fue realizada mediante una sola competencia: una
carrera de aproximadamente 190m en las inmediaciones de la ciudad. Pero con
el paso del tiempo, los antiguos griegos decidieron añadir más disciplinas,
como las carreras de distancia, la lucha y el pentatlón (en éste se
combinaban el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y disco, así como
carreras de velocidad y lucha).
Personas
de todos los rincones del territorio griego asistían a ver las competencias,
y se instalaban en tiendas de campaña en los alrededores de Olimpia y la
ciudad vecina Élide. Entre los espectadores siempre podía contarse a
políticos y autoridades de alto rango que aprovechaban la ocasión para
concertar alianzas entre las ciudades, o comerciantes que vendían de todo,
también a artistas y poetas que participaban en los festejos nocturnos o
actuaban en los espacios públicos; así como a espectadores comunes que
llenaban el estadio para ver las competencias.
En
aquellos antiguos juegos participaban solamente hombres libres que hablaran
griego, y las mujeres, tenían estrictamente prohibido intervenir. A tal grado
existía la restricción, que aquellas que atrevieran a contravenir esta
disposición podían ser castigadas incluso con la muerte si se les descubría
en los juegos. Sin embargo había competencias de carrera para mujeres, las
más famosas eran las que se llevaban a cabo en el estadio Olímpico en honor
de la diosa Hera.
Entonces,
aquellos que participaban, lo hacían compitiendo, a diferencia de nuestros
días, siempre a título individual y no como hoy representando a un país.
Curiosamente no se entregaban medallas; solamente se colocaba en la cabeza
del ganador una guirnalda hecha con hojas de olivo. En todo caso, a los
triunfadores se les concedía el honor de colocar una estatua con su efigie en
la mítica Olimpia. En consecuencia, la fama seguía a los campeones olímpicos.
En sus ciudades natales se erigían bustos de los vencedores y se escribían poemas
en su honor.
A su
regreso, los victoriosos recibían una bienvenida de héroes, con un desfile
por las calles. También los podían recompensar con dinero, obsequios, se les
condonaba el pago de impuestos, entre muchas otros beneficios; mientras que a
los participantes que hacían trampa se les castigaba cobrándoles una multa
que servía para financiar estatuas de bronce en honor de Zeus que se ponían
en el camino al estadio Olímpico, en las cuales se escribía el nombre del
tramposo y su ofensa.
Dentro
de las principales características en las que se efectuaban aquellas
olimpiadas, encontramos que antes de que comenzaran las competencias, los
atletas tenían la obligación de sacrificar un cerdo en honor de los dioses,
así como que la gran mayoría de los participantes contendían completamente
desnudos, como forma mostrar con orgullo su condición física.
Uno de
los espectáculos más célebres de los juegos fueron las carreras de cuadrigas,
es decir, carrozas tiradas por cuatro caballos. Hay noticias de competencias
en las que participaban hasta 40 carros. Tenían que dar lo más rápido posible
doce vueltas a la pista que medía aproximadamente 1250m, sin importar las
enormes cantidades de polvo que levantaran, o las caídas y vuelcos que
sufrieran.
Incluso
había cocheros, llamados aurigas, que perdieron la vida dentro de estas
peligrosas competencias. Pero el más violento de los espectáculos deportivos
en aquellas olimpiadas era indudablemente el pancracio. Esta era una lucha
casi a muerte entre dos atletas, que combinaba el boxeo y la lucha libre. En
este evento se permitía todo excepto romper dedos, sacar ojos y morder.
Pero
los juegos olímpicos de la antigüedad no sólo eran un evento atlético.
También favorecieron el desarrollo cultural al amparar la creación humana en
diversos campos como en la escultura, arquitectura, matemáticas y poesía. Por
ejemplo, destaca el Templo de Zeus en Olimpia, diseñado por Libon, y en cuya
edificación se usó un sistema de proporciones geométricas que se basó en los
planteamientos de Euclides.
Mientras
que en la escultura, los juegos inspiraron el famoso “Discóbolo” de Mirón”.
En cuanto a la poesía, se conocen infinidad de odas (como las “Olímpicas” y
los Epinicios”), escritas por famosos poetas, como Píndaro y Simónides, para
inmortalizar los triunfos de los atletas en las Olimpiadas
La
última olimpiada de la antigüedad, con una larga lista de campeones, nombres
y proezas, fue la del año 394, ya en la era Cristiana. Prohibidos por el
emperador romano Teodosio I, por considerarlos un espectáculo pagano, condenó
a la antorcha olímpica a mantenerse apagada durante muchos años.
No
obstante, 1503 años después, gracias al esfuerzo de un idealista francés,
Pierre Frédy, Barón de Coubertin y un grupo de soñadores, una vez más los
juegos serían celebrados.
|
|
Historia
del Maratón
La idea
de una carrera de maratón fue inspirada por la leyenda de Filípides, un
corredor profesional quien supuestamente llevó la noticia de la victoria griega
sobre los persas en la batalla de Marathon en el año 409 A.C. En su llegada a
Atenas, gritó "Alegraos, hemos vencido!" y luego cayó muerto,
exhausto. Actualmente no hay evidencia que este incidente dramático haya tenido
lugar alguna vez. El historiador del quinto siglo A.C., Heródoto, quien
desarrolló jugosas anécdotas de la época y escribió sobre la batalla de
Marathon, no menciona en ningún momento nada sobre la hazaña de Filípides. La
historia no apareció escrita hasta el segundo siglo D.C. – más de 600 años
después de que el supuesto hecho ocurriera. La carrera más larga incluida en
los antiguos Juegos Olímpicos Griegos era de solamente 4.614 metros
. Los
Juegos Modernos
El
fundador de los Juegos Olímpicos de la era moderna fue Pierre de Fredy, Barón
de Coubertin. siempre estuvo interesado
en la educación y creía que el deporte tenía el poder de beneficiar a la
humanidad y alentar la paz entre las naciones del mundo. A los 31 años anunció
su deseo de revivir los Juegos Olímpicos, pero nadie creyó en él y no hubo
mucho entusiasmo ni apoyo.
Coubertin
no se desilusionó y fundó el 23 de junio de 1894 el Comité Olímpico
Internacional en una ceremonia llevada a cabo en la Universidad de La Sorborne
en París. Dos años más tarde, tras grandes esfuerzos se llevaron a cabo los
primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en la ciudad de Atenas, Grecia.
La Llama
Olímpica es el símbolo más venerado de los Juegos y la idea fue adoptada de los
Juegos Antiguos, donde la llama sagrada permanecía encendida en el altar de
Zeus durante la competencia. En los Juegos de Amsterdam de 1928 hubo por
primera vez un pebetero permanente para la llama olímpica. Desde el año 1936,
la llama es encendida en Grecia y transportada haciendo relevos de la antorcha
hasta la sede de los Juegos. Esto simboliza la unión entre los juegos de la
antigüedad y los juegos modernos. La llama es encendida en el antiguo sitio de
Olimpia por los rayos naturales del sol reflejados en un espejo curvo. Es
encendida en una ceremonia por una mujer vestida con las ropas usadas en la
antigüedad y es ella quien se la entrega al primer corredor.
Reglas del
Maratón Olímpico
El
maratón olímpico se corre actualmente sobre la distancia de 42.195 metros (26
millas, 385 yardas). Tanto la largada como la llegada del maratón no
necesariamente debe ser dentro de un estadio. En ciertas oportunidades, la
carrera empieza dentro del estadio, con una vuelta a la pista, para luego tomar
las calles y retornar al estadio en el final, dando la vuelta a la pista para
completar los últimos 400 metros. En la línea de largada, los corredores toman
lugar sin un orden predeterminado. La competencia se inicia cuando el largador
dispara la pistola de largada. Como en las otras pruebas, dos largadas en falso
implican descalificación del participante. Así como en las otras carreras, el
ganador es el primer participante cuyo torso cruza la línea de llegada. No
existe en el maratón pruebas clasificatorias; todos los competidores participan
de una sola carrera.
El
recorrido debe ser por calles, aunque está permitido que se utilicen bicisendas
o senderos. Debe proveerse de puestos de hidratación cada 5 kilómetros. Los
competidores no pueden recibir bebidas fuera de estos puestos, pero si pueden
ser provistos de sus propias bebidas e indicar en que puesto quieren que les
sea entregada. Asimismo, puestos con agua para beber y esponjas para refrescarse
deben ser provistos en los tramos que hay entre los puestos de hidratación. No
existe restricción en cuanto a la cantidad de bebida que un corredor pueda
tomar, pero no se les está permitido tomar fuera de los puestos ya
determinados.
Cualquier
corredor que reciba asistencia externa es automáticamente descalificado. Una
excepción, agregada a las reglas después de 1984, permite un examen médico por
personal médico autorizado. Si el médico oficial determina que Juegos Olímpicos
de Los Angeles 1984, la estadounidense un atleta no está en condiciones de
continuar, dicho atleta debe retirarse de la competencia. Esta última regla fue
agregada luego de que en los (representando a Suiza debido a su doble
nacionalidad) Gabriele Andersen-Scheiss llegara a la meta exhausta pero
rechazando ayuda médica durante los 5 minutos 44 segundos que tardó en recorrer
los últimos 400 metros.
Los
países pueden presentar un atleta que haya obtenido una marca "B", o
2 ó 3 atletas que hayan obtenido una marca "A". Las marcas
clasificatorias para hombres y mujeres son las siguientes:
Hombres:
Marca "A": 2:14:00 Marca "B": 2:20:00
Mujeres:
Marca "A": 2:33:00 Marca "B": 2:45:00
¿Por qué
las mujeres no competían en las primeras Olimpiadas modernas?
Cuando se restauraron los Juegos Olímpicos en Atenas en 1896, los
organizadores, lógicamente, tomaron como modelo las antiguas Olimpiadas.
El
antiguo festival en honor a Zeus tenía un fuerte elemento religioso. Estaba
dedicado sólo a los hombres, que competían desnudos. Con pocas excepciones, a
las mujeres no se les permitía participar, ni siquiera como espectadoras. Si
alguna desobedecía la regla, podía ser condenada a muerte.
En las
primeras Olimpiadas modernas se permitió a las mujeres presenciar las competencias,
pero no participar. Hasta los Juegos de Amsterdam en 1928, las mujeres
sólo competían en deportes como golf, tenis, natación y esgrima; pero había muy
pocas competidoras. En Amsterdam, a las atletas se les permitió participar, por
primera vez, en los deportes de pista y campo, que incluían una carrera de 800
m que causó gran controversia: después de terminar la prueba, muchas
competidoras se desmayaron.
Los más
tradicionalistas se apoyaron en ese resultado para subrayar que a las mujeres
no debía permitírseles competir. El presidente del Comité Olímpico
Internacional, Baillet-Latour, insistió en que se regresara a las
Olimpiadas donde sólo competían hombres. Otros dijeron que, dada su fragilidad,
las mujeres no eran capaces de afrontar pruebas de resistencia física que
"las hacían envejecer prematuramente". Las feministas señalaron que
en las carreras para hombres también los competidores se desmayaban por el
cansancio. De hecho, si no lo hacían, se les acusaba de "no hacer su mayor
esfuerzo".
Los
conflictos siguieron y,"como resultado, los Juegos Olímpicos no tuvieron
carreras para mujeres más largas de la mitad de la pista, o sea, 200 m, sino
hasta 1964, cuando Betty Cuthbert de Australia ganó los 400 m. Los 1,500 m se
introdujeron en Munich en 1972; los 3,000 m y el maratón en Los Ángeles, en
1984. Las carreras largas para mujeres se han complementado con las
competencias de natación, así que hoy día no hay gran diferencia entre los
programas para mujeres y para hombres.
Entrevista
Mariana
Pajón:
Ya
conocía la pista, ¿cómo
la encontró ahora?
Hermosísima, es la mejor en la que he corrido. Realmente es un escenario que
sorprende. Me gusta además porque técnicamente me favorece, se ajusta a mis
condiciones. Rodando allí me sentí feliz.
¿Qué características
tiene?
Es un recorrido de 440 metros de largo. Se divide en dos por un túnel para las
mujeres y un morro para los hombres. Tiene ocho carriles amplios y un partidor
espectacular, de ocho metros de alto.
Su
técnico dice que la clave está en la salida...
Sí, eso es lo que más entrenamos. La técnica en ese momento es clave, pero
también la potencia. Hay que estar muy concentrados para reaccionar apenas
suene la voz, el pito o se encienda el semáforo. Es fundamental llegar adelante
en la primera curva.
¿Qué
opina de sus rivales?
No me gusta hablar de nombres. Simplemente acá estarán las 16 mejores del
mundo. Todas ellas se han preparado durante muchos años y tienen el mismo sueño
que yo.
¿Qué
tanto le sirvió entrenarse en Francia, junto a Andrés Jiménez y Carlos Mario
Oquendo?
Mucho, porque es una pista parecida, con un partidor similar. Las condiciones
del clima y el viento son iguales, así que no nos sorprenderá eso. Estuvimos
aislados y trabajamos con mayor tranquilidad.
¿Cómo se
sintió por a ver ganado la medalla de oro?
Muy feliz
¿Cómo se
sintió por ser la abanderada en la ceremonia de inauguración?
Muy orgullosa, fue una experiencia magnífica. Ya lo había hecho en otros
eventos, pero nada como los Juegos Olímpicos. Para mí es un honor representar a
mi país, ponerme el casco y el uniforme con mis colores amarillo, azul y rojo.
Me encanta nuestra bandera.